Las enfermedades crónicas son un desafío constante en la vida de quienes las padecen. Más allá de los síntomas físicos y las limitaciones que conllevan, estas enfermedades pueden tener un impacto emocional significativo en la salud mental de los pacientes.Los pacientes con enfermedades crónicas físicas experimentan tasas significativamente más altas de depresión y ansiedad en comparación con la población general. Es fundamental reconocer este aspecto y tomar medidas para abordarlo de manera integral, pensemos, en que solo se evalúa la depresión en 1 de cada 4 pacientes con enfermedades crónicas.
La incertidumbre sobre el futuro, los sentimientos de frustración o ideas de culpa ante el mal control o el desarrollo de la enfermedad, las nuevas responsabilidades en el manejo y/o abordaje de la enfermedad, el dominio de nuevas destrezas, incluso el hecho de vencer diversas presiones y “tentaciones” sociales o alimentarias, son algunos de los muchos factores que se ponen de manifiesto, y da cuenta de la complejidad que supone para un paciente el comprender el nuevo escenario que debe gestionar y asimismo devela la complejidad que representa el abordaje clínico, integral, con una mirada necesaria a la gestión emocional y a la salud mental.
Enfoque Biopsicosocial y Derivación Temprana:
Para hacer frente a este problema, es esencial adoptar un enfoque biopsicosocial en la atención médica. La derivación temprana a profesionales de la salud mental puede ser crucial para prevenir o reducir el impacto emocional negativo de las enfermedades crónicas. Esto no solo mejora la salud mental del paciente, sino que también puede tener un impacto positivo en la adherencia al tratamiento y el seguimiento médico.
Según un estudio de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, solo el 55% de las personas con enfermedades crónicas accede a algún tipo de tratamiento de salud mental. Esto subraya la necesidad de mejorar el acceso a servicios de salud mental para esta población.
Apoyo Psicológico y Autocuidado:
Proporcionar a los pacientes herramientas para gestionar su salud mental es esencial. En la era de la salud digital, existen oportunidades para ofrecer apoyo psicológico y técnicas de autocuidado, especialmente para pacientes crónicos jóvenes o aquellos con una baja brecha digital.
Redes de Apoyo y Relaciones Personales:
El apoyo de amigos y familiares desempeña un papel crucial en la lucha contra el impacto emocional de las enfermedades crónicas. Fortalecer las relaciones personales y las redes de apoyo puede contribuir significativamente a mejorar la salud mental de los pacientes.
Atención a Grupos Específicos:
Es importante prestar atención a grupos específicos de pacientes. Por ejemplo, los jóvenes solteros y aquellos que reducen sus relaciones sociales debido a la enfermedad pueden requerir un enfoque especial para abordar su salud mental.
Inclusión Laboral:
La inclusión laboral de personas con enfermedades crónicas también puede ser beneficiosa tanto para la salud mental como para la calidad de vida en general.
Formación de Profesionales de la Salud:
Los profesionales de la salud debemos estar capacitados para abordar el impacto emocional de las enfermedades crónicas. Esto incluye la evaluación regular de los problemas de ansiedad y depresión en todos los pacientes con patologías crónicas.
Necesidad de Abordaje Integral:
La depresión, el cansancio, la tristeza, los problemas de sueño y la apatía son síntomas comunes en pacientes crónicos. Es fundamental que los profesionales de la salud abordemos el impacto emocional en la atención médica de manera integral, lo que incluye favorecer el acceso a profesionales de la salud mental
Debemos reconocer que la salud mental y las enfermedades crónicas son temas interconectados, son dos caras de la misma moneda en el cuidado de la salud. Un abordaje integral, que considere tanto los aspectos físicos como los emocionales de estas condiciones, es esencial para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Dr Mauricio Bonilla Sanchez
Equipo Prensa Portal Red Salud
