Especialistas advierten que el no control de la enfermedad puede derivar en problemas al riñón, la vista y otros órganos

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Especialistas advierten que el no control de la enfermedad puede derivar en problemas al riñón, la vista y otros órganos

 

Cambios en el estilo de vida, hábitos, chequeo permanente y actividad física son parte de las estrategias para reducir el impacto de la hipertensión y evitar complicaciones graves a la salud. Al respecto, la cardióloga de Nueva Clínica Cordillera, Dra. Kelly García, enfatiza en la necesidad del monitoreo médico general en estos pacientes, así como mantener sus cifras de presión estables para evitar el deterioro del estado de salud. 

 

Santiago, 15 de mayo de 2023.- Cada 17 de mayo, a nivel mundial, se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión, fecha que busca promover y concientizar respecto a los esfuerzos para prevenir, diagnosticar y controlar la hipertensión arterial, condición que constituye el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares.

Por desgracia, la hipertensión arterial (HTA) es una patología frecuente. En Chile, aproximadamente uno de cada cuatro hombres y una de cada cinco mujeres vive con hipertensión arterial, sumando más de cuatro millones de personas, de acuerdo a cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en Chile. Y es que, en el país, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte y a pesar de ello, quienes sufren HTA, tienden a desconocerlo, al menos en un principio.

La cardióloga de Nueva Clínica Cordillera, Dra. Kelly García, explica que la presión arterial alta es un trastorno grave y un factor de riesgo clave para las enfermedades del corazón, sin embargo, muchas veces no existe ninguna señal de advertencia y es considerada una asesina silenciosa. “Cada paciente es único. Mientras algunos pueden tener síntomas muy marcados, tales como dolores de cabeza, zumbido en los oídos y mareos. Hay pacientes que son asintomáticos completamente, siendo los más complicados, puesto que al no tener ningún síntoma que los haga controlarse esto puede generar mayores complicaciones en el futuro”, precisa.

Esto se complementa con las cifras que apuntan que el 45% de los infartos y al menos, la mitad de los accidentes cerebrovasculares tienen como factor de riesgo principal a la hipertensión. “Por desgracia, muchas personas se dan cuenta de la enfermedad cuando ya tienen daños en otros órganos. Como su nombre lo indica, la hipertensión es el aumento de la presión en los vasos sanguíneos, esto conlleva a que aumente la resistencia dentro del vaso y, por lo tanto, se compromete el riego sanguíneo a los órganos vitales que son el cerebro, el riñón, el hígado y el pulmón”.

Efectivamente, la especialista precisa que un paciente puede ir desde alteraciones en la retina, como una retinopatía hipertensiva que es aumento de las presiones dentro de las arterias del ojo, y eso puede incluso llevar a micro aneurismas. Así como también, se han visualizado casos de pacientes con pérdida de visión, eventos cardiovasculares hasta inclusive, llegar a necesitar diálisis renal por el mal control de las cifras de presión arterial.

La cardióloga de Nueva Clínica Cordillera explica que esta enfermedad no tiene cura, sino que debe tratarse y controlarse. Por lo mismo, es recomendable contar con un tratamiento oportuno que permita tener las presiones bajo los 130/80 promedio.

“La hipertensión se diagnostica en base al examen físico, midiendo la presión arterial con un procedimiento de blanqueo de hipertensión, que es medir la presión arterial durante cinco días en determinadas horas del día. También otro examen importante es el test de Holter de presión arterial, que es un monitor que dura 24 horas y tiene la capacidad de tomar la presión cada 30 o 20 minutos, dependiendo si es en la mañana o la noche, esto permite llevar un registro y promedio de las presiones tanto en el día como para la noche”, agrega García.

Entre las recomendaciones de la profesional para favorecer nuestra salud y, por ende, evitar la hipertensión arterial y sus consecuencias, se encuentran cambiar el estilo de vida y la alimentación. “Lo principal es que el paciente sepa que la ingesta de comida debe estar libre de grasas saturadas, eliminar el consumo de sal, libre de alimentos procesados que son altos en sodio, tales como enlatados, embutidos, incluso aunque digan sean productos light, puesto que el contenido de sodio se encuentra presente igual”.

Sumado a esto, la Dra. García recomienda incorporar mayor actividad física, la que debe ser al menos 20 minutos, de 4 a 5 veces a la semana, cumpliendo 150 minutos semanales de actividad física, que es lo que está demostrado que disminuye el riesgo cardiovascular.

 
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Equipo Prensa Portal Red Salud

   

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