Las proteínas y vitaminas se encuentran naturalmente en el cuerpo humano. Y cada una de ellas cumple una función esencial para un correcto crecimiento y desarrollo a lo largo de la vida.
No todo es perfumes, vestimenta y producción exterior de nuestro aspecto físico. En determinadas ocasiones y actividades, podemos suministrarle a nuestro organismo dosis de suplementos proteicos y vitamínicos para sentirnos mejor y potenciar la salud de nuestro cuerpo.
El mercado ofrece una gran variedad de suplementos proteicos entre los que se destacan los productos de whey protein. Son comúnmente consumidos por deportistas y recomendados para adultos mayores. Por exigencia física y por edad avanzada, respectivamente, ambos grupos humanos requieren más cantidad de proteína para fortalecer la masa muscular.
Por otro lado, los suplementos vitamínicos son incorporados a la dieta diaria cuando el cuerpo presenta un déficit de vitaminas. En la mayoría de los casos, son utilizados para compensar la falta de éstas. Al padecer determinadas patologías, como los trastornos alimenticios o digestivos, se puede indicar la ingesta de vitaminas. Además de etapas especiales de la vida humana, como un embarazo, o durante un período de desnutrición.
¿Qué son las proteínas?
Las proteínas son macromoléculas que están formadas por partes aún más pequeñas llamadas aminoácidos. Nuestro organismo utiliza esos aminoácidos para alimentar y mantener saludables las células y los tejidos. El común de las proteínas está compuesto por más de 300 aminoácidos y su cantidad y orden es único en cada una de ellas. De la forma en que se combinan depende la función que cumpla la macromolécula.
Los aminoácidos pueden ser esenciales o no esenciales. Los primeros son aquellos que no se producen en el cuerpo. Debemos ingerirlos mediante la alimentación o con suplementos como la proteína whey. Los segundos son generados por el propio cuerpo, por lo que no necesitamos incorporarlos.
¿Qué hacen las proteínas en nuestro organismo?
Las proteínas son las que forman la estructura de nuestras células. Y muchas células conforman nuestros tejidos. Estamos constituidos por miles de proteínas que cumplen funciones diferentes y específicas. La necesidad de generarlas y/o consumirlas radica en su constante regeneración.
Las proteínas se reparan y reemplazan de manera permanente y continua. Y para ejecutar correctamente esta «síntesis de proteínas» hay que incorporar aminoácidos. CÓmo están ligados al crecimiento y desarrollo corporal, su ingesta es más importante en períodos de rápido crecimiento, como la infancia y la adolescencia. Y en momentos de mayor requerimiento como el embarazo.
Suplementos de proteínas: ¿Quiénes deben consumirlos y para qué?
Como dijimos, las proteínas son esenciales y necesarias para todos los seres vivos. Y pueden incorporarse mediante una dieta equilibrada. Alimentos como carnes rojas, pescados, lácteos, huevos, legumbres y cereales aportan la dosis suficiente. Pero también pueden ingerirse mediante suplementos como whey protein chile.
Son comercializados para ser consumidos en situaciones específicas y por organismos que lo requieran. En general están destinados a personas que tienen la masa muscular afectada, como ancianos y deportistas. En unos y otros aumentan los requerimientos físicos de proteínas.
Los adultos mayores presentan una disminución de la masa muscular. Los deportistas someten el cuerpo o un desgaste muscular superior al natural o habitual. En ambos casos, hay una alta demanda de proteína que puede saciarse con suplementos. El mercado ofrece alternativas según contextura y peso e incluso género. Hay propuestas para hombres y para mujeres, como el women whey protein.
¿Qué son las vitaminas y para qué sirven?
Las vitaminas son sustancias orgánicas esenciales para el funcionamiento de nuestro metabolismo. Algunas son producidas por el organismo y otras deben ser incorporadas a través de los alimentos que las contienen. Hay dos grandes grupos de vitaminas: las liposolubles y las hidrosolubles.
Las primeras no se disuelven en agua si no en grasa. Por ese motivo, están presentes en alimentos grasos. Para ser transportadas, dentro del cuerpo se amalgaman con compuestos también grasos. El cuerpo las mantiene y no elimina su exceso. Son las vitaminas A, D, K y E.
En contraposición, las hidrosolubles se disuelven en agua y se eliminan de forma constante cuando orinamos o transpiramos. Se destruyen durante el hervor o el almacenamiento prolongado de los alimentos que las contienen. Entran en este grupo las vitaminas C y las del complejo B.
Las vitaminas para qué sirven depende del tipo de cada una y de la función que cumple en el organismo:
- Vitamina A: es fundamental para el crecimiento de células y tejidos corporales. Como es antioxidante, colabora con la prevención de algunas enfermedades, sobre todo las asociadas a la vejez. Ayuda a tener buena visión y a ver en la oscuridad.
- Vitamina D: regula la circulación del calcio en la sangre. Ayuda al intestino a absorber el calcio y el fósforo y promueve el depósito de minerales en huesos y dientes.
- Vitamina K: interviene en la coagulación sanguínea y en la formación de proteínas para la sangre, los huesos y los riñones.
- Vitamina E: es antioxidante y anticoagulante. Previene la oxidación de colesterol LDL y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.
- Vitaminas del complejo B: fundamentales en el metabolismo de los carbohidratos y, en consecuencia, con la generación de energía. Existen la B1, B2, B3, B5, B6, B7, B9 y B12.
- Vitamina C: colabora en la formación y el mantenimiento del colágeno. Mantiene huesos sanos y fuertes. Ayuda a curar heridas y a prevenir que se infecten.
Los suplementos vitamínicos
En diversas presentaciones, como líquidos, en polvo o en pastillas, existen suplementos de vitaminas baratas. Están destinados a personas con déficit vitamínico causado por determinadas enfermedades. Las patologías más frecuentes son las vinculadas a la digestión y la nutrición. También son indicados en mujeres embarazadas.
Las vitaminas chile son recetadas por los médicos a pacientes que tienen inconvenientes para absorber nutrientes. La vitamina B12 es recomendada para personas celíacas y para aquellas que se sometieron a un bypass gástrico. También para anémicas, vegetarianas y veganas. Y la vitamina D, por ejemplo, para personas con osteoporosis.
Asimismo, hay obstetras que indican el consumo de suplementos vitamínicos a mujeres en edad reproductiva, embarazadas y posmenopáusicas. Como así también a algunos bebés lactantes.
Equipo Prensa Portal Red Salud
